Hoy he sentido la crueldad del país en el que vivo. Y estoy triste. El zarpazo y la impotencia de vivir en un lugar en el que la falta de sanidad pública obliga a la gente a sufrir una depresión de caballo durante meses por carecer de un seguro médico es un escándalo. Mi amigo no es pobre, tampoco es rico. Hace seis meses que está deprimido y no recibe atención médica porque carece de seguro y apenas tiene ingresos. Hoy ha ido a parar al hospital tras amenazar con suicidarse. Si no lo consideran suficientemente grave, mañana le darán una patada y lo devolverán a su casa, con una factura por la atención de emergencias de varios miles de dólares. Y vuelta a empezar.
Su problema no es la depresión, su problema es que es parte de los cincuenta millones de estadounidenses que carecen de seguro y eso le paraliza de cara a tomar una decisión drástica respecto a su salud. Pertenece a la clase media, el 80% de este país, que son los que realmente están jodidos, aunque se puedan pagar un seguro. Porque pese a lo dramático que puede ser no tenerlo , también quienes pueden pagárselo sufren, como bien contaba Mercedes Gallego en su blog. Yo os cuento la parte que le toca a mi amigo.
Si eres muy pobre, la sanidad pública se ocupa de ti. Pero si eres una persona con ingresos bajos, como él, pero no ínfimos -por encima de los 11000 dólares anuales Nueva York te considera 'normal'- el estado se olvida de ti y o tienes seguro (en muchos casos imposible, ya que cuesta una media de 450 dólares al mes) o te toca pagar cifras surrealistas como 250 dólares por sesión con un psicólogo más cientos de dólares por cada bote de antidepresivos.
Si eres extranjero, como en mi caso, puedes aplicar la picaresca, mentir, y hacerte pasar por pobre. Yo lo he hecho. Pero a los estadounidenses se les enseña que mentir es peor que robar. Os acordais del famoso impeachment a Bill Clinton? No fue por dejarse 'entretener por una becaria' sino por negar el episodio. Por eso en este país, como en Inglaterra, el carné de identidad nunca fue obligatorio: el estado y por tanto el ciudadano, confía en la palabra. La educación protestante no entiende la picaresca que sí caracteriza a las sociedades católicas como la española o la italiana. A nosotros el mentir nunca nos supuso un problema: siempre te puedes confesar después. Conclusión: a mi amigo no se le ocurre que puede hacerse pasar por pobre, y sigue hundiéndose en su agujero. No estoy haciendo apología de la mentira, lo lógico sería que los enfermos tuvieran alternativas dignas pero no las hay. Así que quien no quiere o no sabe mentir, se queda literalmente en pelotas ante el dolor. Sufrir, en cambio, no está mal visto. Si no tienes para pagarte un seguro, probablemente seas un 'looser' (perdedor, aunque aquí la palabra se utiliza como insulto virulento que no tiene realmente traducción al español).
Es una cultura hipócrita que arrastra a millones de personas a lugares a los que nunca deberían llegar, ya sea infiernos médicos o económicos. Desgraciadamente, también les educaron muy bien para temer cualquier forma de reclamación que 'huela' a revolución: tiene que haber un fuerte lazo común para que la gente salga a la calle, (con el racismo fue el color de piel, con el feminismo fue el sexo, con Vietnam fue la juventud de quienes llamaban a filas...) Pero la gente afectada por un sistema sanitario absolutamente injusto es la práctica totalidad de la población y por tanto, se vive como algo normal y nadie se plantea que se trata de un sistema cruel y tercermundista. Claro que si fuera gratuito, sería 'socialista', palabra tabú para los estadounidenses.
Yo quisiera ver barricadas en las calles, pero lo único que veo es conformismo. Quizás ahora que también va a llegar el hambre a este país algo cambie. Cuestión de prioridades. Entretanto voy a poner unos carteles: "se dan cursillos de picaresca, engañar al estado cuando éste te maltrata es aceptable". Cuestión de supervivencia.
Si, la picaresca es la unica opción que nos dejan en este país. y ahora, las food stamps. lamentable.
ReplyDeleteLa realidad es tremenda. Pienso que la falta de movilización de los ciudadanos por sus derechos es fruto de la ignorancia y del atontamiento que produce el exceso de entretenimiento y la información sesgada y pobre. El documental de Moore sobre el sistema de salud en EEUU y otros similares deberían ser proyección obligada en las escuelas.
ReplyDeleteParte de la culpa de la cultura del 'loser' hay que atribuirla a la fascinación que ejerce el dinero y la convicción, en mi opinión aún vigente, de que en ese país quien no tiene dinero suficiente es porque ha hecho algo mal. Quizá faltan proyectos de advocacy y militancia que aborden el sistema de salud con precisión quirúrgica y listas de congresistas que propongan cambios radicales. Me pregunto si hay algún sitio web o colectivo bien organizado que agrupe esa información y coordine las iniciativas ciudadanas...
yo creo q esto es muy triste, no solo hablando de la depresion de el chico en este caso, si no de miles de personas q asi tengan un simple dolor de muela se tienen q aguantar, pues ni imaginarse y al odontologo tampoco!!!
ReplyDeletecomo es mi caso..el de muchosss
no se de que hablan los ciudadanos de este pais si protestan y ademas si tiene seguro
ReplyDeleteblanco seguro, moreno no seguro no protesta negro casi igual