Mar 26, 2010

SÚBAME EL SUELDO QUE MI PERIÓDICO ESTÁ EN CRISIS


Hay quienes tienen la suerte, y el descaro, de subirse el sueldo. Eso ocurre sólo cuando se está en una posición de poder. Entre el pueblo llano hace tiempo que los salarios se congelaron o directamente, se eliminaron. Lo saben bien los 100 periodistas del New York Times que el año pasado se fueron a la calle mientras desde la dirección del diario se le pedía a la redacción que se apretara el cinturón, porque ya se sabe, ultimamente las empresas enarbolan con energía la bandera de 'son tiempos difíciles'. Lástima que la ley no sea igual para todos y a los directivos de esas mismas empresas se les olviden sus propias consignas. Arthur Sulzberger Jr, presidente y editor de The New York Times, ese diario que se ha ensañado durante meses con los sobresueldos de los directivos bancarios, ganó en 2009, 'el año de la crisis', 5.8 millones de dólares, casi cuatro millones más que el año anterior. Janet Robinson, presidente The New York Times Company, la empresa propietaria de ese diario y del Boston Globe entre otros (que estuvo a punto de cerrarse y finalmente ha sobrevivido con una redacción decimada), se llevó a casa 6.2 millones de dólares, un 30% más que el año anterior. La lista de los sobresueldos de los directivos del diario no tiene desperdicio. Tanto publicar ultrajados reportajes-denuncia sobre lo mucho que ganaban los banqueros en tiempos de crisis y luego entre varios jefazos se embolsan 12 millones de dólares, los mismos que dicen haberse ahorrado gracias al eufemismo 'recorte de gastos' con el que se definen ahora los despidos.

Por suerte también hay quien se convierte en noticia por lo contrario, por arrimar el hombro con sus trabajadores. Suena a milagro pero ha ocurrido, en The Washington Post. Donald Graham, consejero delegado de ese diario, se ha bajado el sueldo. En 2009 ganó 400.000 dólares, un 50% menos que en 2008. Según el consejo de administración del periódico, Graham está muy mal pagado pero él, rico heredero de una familia de la aristocracia económica estadounidense que fue propietaria del Washington Post durante décadas (es el hijo de la gran Katharine Graham), ha tenido la suficiente decencia como para no escuchar a quienes piensan que un señor con su cuenta bancaria aún necesita más.
No tengo palabras, pero sí unas ganas locas de atracar a Sulzberger. O a los muchos directivos como él repartidos por el mundo.

2 comments:

  1. Se podían hacer un ¡Qué bello es despedir!, con Sulzberger Jr. como el Sr. Potter y Graham en el papel de George Bailey.

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  2. Esos no van a morir tranquilos en sus camas.

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