Dec 5, 2008

CLERKS



Hace apenas un mes se clausuró el Pioneer Theater, una sala de cine minúscula que permitía respirar al cine independiente local. El Pioneer ofrecía precios de persona para exhibir sus películas a los 'indie filmmakers', por lo general seres arruinados cuyas tarjetas de crédito se quemaron durante el rodaje de sus películas. En Nueva York son hordas y necesitan salas 'alternativas' porque el circuito comercial está monopolizado por productoras potentes que no dejan espacio a los pequeños.

El Pioneer, que sobrevivió heroicamente durante una década hasta que el precio del alquiler lo ahogó, era vecino del video club Two Boots Video, otro clásico de la Avenida A, en el East Village. Ayer quise alquilar una película en este local donde aún existían incluso cintas prehistóricas de VHS y descubrí que ya no existe. Para ser exactos, existe a medias. Two Boots es también una cadena de pizzerías. El videoclub consistía en dos salas llenas de excelentes títulos, -mucho documental, mucho cine indie, mucho autor- una máquina con el comecocos original y un diván en el que sentarte a explorar los títulos escogidos o comentar alguna película y de paso, ligotear un poco haciéndote el intelectual -deporte más practicado del barrio-. Un pasillo lo conectaba a la pizzería.




Donde antes había películas ahora no hay nada, sólo un cartel que dice 'se alquila'. Y el videoclub ahora consiste en una minúscula esquina donde se abigarran sólo las cintas originales, a escasos metros de la pizza pepperoni grasienta. Para escoger sólo se puede mirar el catálogo, ya no te puedes pasear de estantería en estantería porque no las hay (queda un lateral simbólico). Ya ni siquiera abre por las mañanas, algo que en un barrio lleno de artistas y cinéfilos con horarios estrambóticos, es un problema.

Mientras despotricaba volviendo a casa pensé que igual podía alquilar la película en iTunes. Pues sí, ahí estaba, por cuatro dólares, a un click de ratón.

Me imagino que la esquina del Two Boots Video dentro del Two Boots Pizza será fagocitada en breve por Steve Jobs. Pero no voy a negar que fue todo un placer ver como la película se materializaba en mi disco duro.



Eso sí, el viaje al videoclub me obligaba a caminar, a ver gente, a comunicarme con el tipo de detrás del mostrador, que me recomendaba películas, o con gente, que comentaba lo que le había gustado y lo que no. Y si no tenías dinero, hasta podías ver películas ya que siempre había algo puesto en las dos televisiones del videoclub. Y por el camino, siempre te podías encontrar a alguien y acabar en un bar, en el cine, o viendo la película juntos.

Adoro la revolución tecnológica y no la cambiaría por el pasado pero me entristece que sea imposible mantener vivos los espacios que nos ayudaban a llenar la vida de sorpresas. Yo salgo perdiendo pero al menos en otras partes del país, ahora podrán ver más y mejor cine gracias al maldito y bendito Steve Jobs. Lamentablemente, aún no tiene Clerks en su catálogo...

3 comments:

  1. Hola Barbara!!
    Al lado de mi casa habia un cine pequeñito,que lo tenia a mano y cualquier tarde me acercaba a ver una peli sin necesidad de desplazarme al centro,donde habia cantidad de gente y perdia mucho tiempo.
    Este verano cunado volvi a Valencia lo vi cerrado.
    Ese cine llevaba ahi mucho tiempo y lo han cerrado!!
    Con tu post me he acordado de esto y he reflexionado.
    Es cierto que la tecnologia,los grandes y nuevos centros comerciales...es lo que nos gusta,a lo que recurrimos,tenemos todo mucho mas facil y rapido,pero donde quedaron las bonitas costumbres de salir a por el periodico el domingo,de ir al cine del barrio,al videoclub,escribirse cartas...
    Quizas sea una nueva era y la verdad es que debo confesar que yo sin mi Ipod y sin el Itunes no soy nadie!!
    Un abrazo tecnologico.

    ReplyDelete
  2. Hola de nuevo!
    Acabo de leer en la web del pais tu articulo sobre la acusacion de plagio que Satriani hace a la banda ColdPlay.
    No me lo puedo ceer!!
    Me encanta ColdPlay,es el mejor grupo del mundo!
    No se si creerme lo del plagio,de todos modos veremos lo que pasa.
    La cancion es tan buena que ahora se la apropia todo el mundo jajaja!
    Abrazos.

    ReplyDelete
  3. Hola Bárbara te llegó mi mail?
    Fran.
    Disculpen los demás, pero creo que no tengo otro medio para comunicarme con esta docta periodista.

    ReplyDelete