May 17, 2010

SHEPARD FAIREY, CITIZEN ARTIST OR CITIZEN CELEBRITY?

This time in Spanish

En mi lentitud bloguera de los últimos tiempos, se me acumulan los textos pensados, medio escritos o inacabados así que he decidido publicarlos aunque lleguen con retraso porque ciertas reflexiones, creo, no tienen fecha de caducidad:

Calle Wooster, Soho, 1 Mayo 2010
Frente a la galería Deitch Projects




Galería Deitch Projects


Exposición May Day, de Shepard Fairey

En Nueva York hay muchos mundos. Por ejemplo mientras un supuesto terrorista intenta volar Times Square y la prensa se apresura a dar titulares que anuncian 'pánico en las calles de Nueva York', al otro lado de la ciudad, en el Soho, ni dios se ha enterado de lo que pasa en Times Square. Normal, en realidad pasó poco, sólo acordonaron unas cuantas calles porque el coche no explotó y, señores, esto no es Kabul, como alguien me dijo que llegó a leer en algún periódico... Pues bien, en ese Soho tan pijo del siglo XXI, -ay, si Gordon Matta Clark levantara la cabeza...- unas 300 personas hacían cola tan tranquilas para ver la exposición de Shepard Fairey mientras la policía luchaba contra 'las fuerzas del mal' y la prensa buscaba titulares impactantes.


En la puerta de Deitch Projects.


En el interior

Artistas como Fairey pueden ser arrestados como presuntos terrorista por utilizar las calles como lienzo. Recuerden que desde el 11S retar a la autoridad de cualquier forma -incluso con un rotulador con punta- significa transformarse en enemigo potencial de América... Pero hoy Fairey, gracias a la fama que todo lo puede (conseguida gracias al diseño del poster de Obama que se convirtió en el logo simbólico y poderoso de la campaña electoral), goza de inmunidad y arrastra a las masas a una galería de arte. No me quejo, ojalá la gente hiciera más colas para ver todo tipo de arte y no sólo para ver a Picasso.


Nuevas obras de la serie May Day.

Lo malo de esta ecuación es que desde que Fairey también es celebrity, el arte que le hizo relevante ha dejado de importar y ahora es una simple mercancía que mueve miles de dólares y atrae a curiosos demasiado interesados en la foto como para fijarse en el arte. Doy fe porque estuve en su inauguración en la galería Deitch (que cierra sus puertas con esta exposición porque su dueño se va a dirigir el museo angelino MOCA) y asistí a una escena surrealista: la cola daba la vuelta a la manzana, en la puerta la gente se agolpaba para ver a la gente ???¿¿¿¿ y dentro, más gente, armada de artefactos digitales varios, miraba de reojo la exposición. Todos estaban atentos a ver quién pasaba por allí. De repente, el propio Fairey hizo su aparición. Fue como una implosión atómica: la audiencia se arremolinó a su alrededor, como si fuera la virgen María a punto de repartir milagros. El pobre sólo quería saludar a sus amigos pero fue imposible, demasiadas manos tocándole y zarandeándole. La situación llegó a tal grado de histerismo que tres guardaespaldas forzudos se ocuparon de echar a la gente a la calle para que se les pasara el sofoco y el artista pudiera volver a respirar. Al rato, la cola volvió a moverse y la galería a llenarse. En la puerta me llegaron a decir: "El espectáculo es super entretenido y además hay famosos!". ???????¿¿¿¿¿¿¿¿.


En esta foto hay cinco personas y cuatro
cámaras...


Fotógrafo subido a farola para sacar
panorámica del espectáculo

Hombre, por allí pasaron Roberta Smith y Jerry Saltz, la pareja de críticos-dios de la ciudad, pero dudo mucho que los adictos a las celebrities los reconocieran. Pero sí, también estuvieron Adrien Brody, Salman Rushdie y Russel Simmons... so... what? Si ya me cuesta entender por qué la gente es capaz de hacer cola durante horas para sacarse una foto con Madonna o Brad Pitt, cómo voy a entender que la gente haga cola para ver a Shepard Fairey y a estos famosos a los que de repente les interesa el arte callejero porque ahora cotiza por las nubes?



A Fairey no sé si criticarle. Al fin y al cabo, como él mismo me dijo "con lo que gano vendiendo estos cuadros reinvierto en seguir haciendo arte en la calle" (y con lo que le sobra tiene una linea de ropa, Obey Clothing, una galería de arte en Los Angeles y múltiples proyectos pero al menos, no se le ve por ahí posando en las fiestas de otros).



Su exposición va a estar abierta hasta el próximo 29 de mayo y se titula May Day, por aquello de la llamada de socorro ('mayday' esa que siempre sale en las películas cuando le disparan a un avión) y el día del trabajador, y a ellos y a los activistas del mundo se la dedica, tanto en concepto como a través de los retratos escogidos. También hay un flamante mural suyo en la esquina de Houston con Bowery hasta diciembre. Para los que quieran entender al cerebro detrás de la fama y los millones, aquí está este texto escrito con mucho mimo y buena pluma por Antonino D'Ambrosio, un activista auténtico que pese a todo lo que yo haya dicho antes, sin duda invita a pensar en el trabajo de Fairey.

Esto en cambio, es lo que opina otro tipo de artista callejero que aprovechando la coyuntura montó chiringuito frente a la galería:

1 comment:

  1. gracias barbara,
    muy bueno el post!
    alma
    nake

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