gen·tri·fi·ca·tion (noun) \ˌjen-trə-fə-ˈkā-shən\ :: the process of renewal and rebuilding accompanying the influx of middle-class or affluent people into deteriorating areas that often displaces poorer residents.
Es decir, el proceso que viven decenas de barrios en cientos de ciudades del planeta. Lavados de cara que transforman barrios deprimidos en barrios de moda de los que acaban siendo expulsados los vecinos 'de toda la vida'. Cito la definición en inglés porque no tengo claro que exista aún esa misma palabra en español.
Yo lo viví en Williamsburg (Brooklyn) y después en el Lower East Side (Manhattan), con esa mirada arrogante de una europea que se siente pionera en su barrio emergente neoyorquino y a la que 'la gentrification' le estaba 'robando' su espacio cuando en realidad yo contribuí con mi presencia a potenciarla. Cuando me mudé a Chinatown y me convertí en la primera residente blanca de un edificio de familias chinas empecé a darle más vueltas a mi papel en ese odioso proceso al que los jóvenes de clase media tratamos de mirar ingenuamente como si fuera culpa de otros. Es curioso cómo hacemos funcionar nuestro cerebro, te autoconvences de que la 'gentrification' no tiene nada que ver contigo, aunque sus causantes tengan tu mismo nivel económico, cultural y demasiadas veces, hasta tu mismo aspecto físico. Vas a los mismos bares y restaurantes que ellos, te vistes como ellos pero les apuntas con el dedo y dices, !qué horror, mira lo que estos 'hipsters' le están haciendo al barrio!
Por suerte ahí está el actor Danny Hoch, escupiendo monólogos brutales sobre el tema en la obra Taking over que se puede ver en el Public Theater de Nueva York hasta diciembre. Es un montaje tan ácido y divertido como desasosegante. Es uno de los mejores análisis que he visto nunca sobre el fenómeno. Danny es neoyorquino de nacimiento -no hay muchos- y vive en Williamsburg desde hace casi dos décadas. Su radiografía del vecindario no tiene desperdicio. El dominicano que dirige el servicio de taxis y defiende la cultura del trabajo estadounidense mientras machaca a los mexicanos. La vecina de raza negra que alucina con los croissants de cuatro dólares del nuevo café alternativo que han abierto en su 'cuadra'. El empresario que construye apartamentos de lujo y defiende la pijizacion del barrio como inevitable. La veinteañera que estudió en NYU que ahora vende camisetas y se siente víctima de la gentrification... El desfile de perspectivas que consigue ofrecer con su galería de personajes es tan completo y brutal que a pesar de matarte de risa, te obliga a revolverte en la silla y a hacer examen de conciencia. Y pese a ser despiadadamente crítico me encanta porque no pontifica, él también se hace preguntas: ?Qué ciudad queremos, la de las alcachofas orgánicas a 10 dólares del supermercado de lujo Whole Foods -al que yo también voy- o el yonqui muriéndose desangrado en la esquina sin que nadie se preocupe por salvarlo? Es realmente necesario tener que vivir en uno de los dos extremos? No es posible una via intermedia?
Olvidaros de los musicales de Broadway, esto sí es teatro y esta obra es imprescindible. En octubre, antes de aterrizar en el Public Theater, Danny paseó sus monólogos gratuitamente por centros comunitarios de Queens, Brooklyn y el Bronx... me hubiera encantado verla con ese público, verdaderas víctimas de la gentrification pero la vi con los mios, los causantes del fenómeno. Mi identidad está clarísima.
Aprovecho para hacer propaganda y contar que este espléndido actor, también autor de los monólogos 'Jails, hospitals and hip-hop' -libro y celuloide-, es uno de los protagonistas de una película española, The other shoe, de Guillermo Escalona, de la que fui productora y que aún no se ha estrenado comercialmente.
Es como la invasión de las franquicias de los años 90 (Paris, Londres, Madrid) que acabaron con cualquier tienda resistente a la homogeneizacion, anclada en el pasado, con libreta para apuntar las entregas de los fiados y trato personalizado.
ReplyDeleteHomogeneizar, en nuestra biblia (Diccionario RAE), es hacer homogéneo, por medios fisicos o quimicos, un compuesto o mezcla de elementos diversos.
Llegará un día que quemen barrios enteros para que vuelva a crecer hierba y no los matojos que los ocupan.
Estoy convencida de que para todo hay un punto medio. No quiero vivir en un barrio donde se caen las fachadas de las casas y los yonquis se mueren en las esquinas, pero tampoco quiero estar rodeada de Starbucks o similares franquicias. Hay un término medio. Lo se. Ese momento de equilibrio se produce un cuarto de hora antes de que el barrio sufra la homogenización o gentrificación. Yo me quedo con ello.
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