Todo el planeta está al corriente de cuántos millones ha repartido Obama entre sus bancos y banqueros ultimamente (yo he perdido la cuenta). Es posible que hasta sepan el número de estadounidenses que ahora necesitan cupones de comida (31 millones). Habrá quién conozca hasta el número de desahucios (291.000 el mes pasado). Y cosas mucho más anecdóticas e innecesarias, como el número de temporadas que llevan los Simpson en antena (20), o cuántos pares de zapatos tenía en el armario la petarda protagonista de una serie machista llamada Sexo en la ciudad (vade retro). Es culpa de la prensa, que sufre de una enfermedad llamada "I love Usa". Yo lo sé bien: vivo en Nueva York gracias a ese virus.
Pero hay otros números sin apellido americano y de los que nadie habla, (gente como Ramon Lobo o Isabel Coello sí). Son los números que dibujan la realidad de todos esos países donde los cupones de comida son una quimera, donde no hay desahucios porque la mayoría de la población ni siquiera tiene un techo decente y donde Los Simpson o la petarda de los zapatos directamente son marcianos. En febrero se comentaron de refilón esos números cuando se publicó el 'Annual Threat Assesment' con el que Estados Unidos anuncia, y no precisamente al tun tun, a qué tenerle miedo cada año: en 2009 toca la crisis económica global y sus implicaciones geopolíticas, (es decir desde pedradas a los bancos a revueltas violentas por hambre, miseria, cabreo generalizado, guerras del agua o terrorismo).
El Banco Mundial ahondó en el asunto con un documento destinado a los ministros de economía del G-20 titulado "Swimming Against the Tide: How Developing Countries Are Coping with the Global Crisis," El documento ofrece una primera valoración del impacto de la crisis en los paises en vías de desarrollo. Nada que ver con las primas para ejecutivos de AIG de este lado del mapa. Dos cifras tomadas al vuelo de sus veinte páginas: en 2009 habrá 46 millones de personas que cruzarán el umbral de la pobreza (de pobres a superpobres) y otros 44 millones más sufrirán malnutrición (que se unen a los 923 millones actuales). Además, aumentará la mortalidad infantil: en los próximos cinco años morirán entre 1.4 y 2.8 millones de niños más de lo que se esperaba debido a los efectos de la crisis. No sé si los Gélidos 20 se lo habrán leido: estos días andaban preocupados en quitarse a Suiza de en medio como competidor financiero, aunque oficialmente ejercían de cruzados contra el secreto bancario.
Para rizar el rizo, otro informe que acaba de publicarse, esta vez de la FAO: las cosechas del 2009 serán peores que las de 2008. Y ya hay 32 países en emergencia por hambruna y que necesitan ayuda exterior para comer. Los que más sufren: Kenia, Somalia, Zimbawe y... la franja de Gaza.
Ahora el mantra es decir que la economía es una ciencia inexacta: y es cierto, a los hombres de finanzas de apellido americano (y europeo) no les salen sus propias cuentas desde hace tiempo, pero no entiendo por qué siempre que hacen números respecto el futuro de otros lo que suelen bordar son las peores predicciones.
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