Los economistas quieren que los periodistas que cubren la crisis económica hagan su trabajo y dejen de venderse al capital. Lo han anunciado ayer, como el que anuncia el lanzamiento de un nuevo detergente. Un grupo de ellos, (su petición ya la firman 4000 personas) ha lanzado una web, fixcnbc.com en la que le reclaman a la cadena especializada en noticias económicas CNBC que le haga "preguntas duras a Wall Street, que ponga en evidencia sus mentiras, y que diga la verdad. Eso es lo que los americanos necesitan. En lugar de eso CNBC se ha dedicado a hacer de relaciones públicas para Wall Street. Habeis estado tan obsesionados con acceder a los consejeros delegados fallidos que os habeis dedicado a darnos voluntariamente información errónea durante años, ayudándonos a caer en esta crisis. No pidais disculpas, arregladlo".
La petición es el inspirador resultado del estupendo careo entre un no periodista, el comediante Jon Stewart, y Jim Cramer, un showman económico de CNBC que aconseja a diario (con mucha gesticulación, gritos y accesorios) a la gente sobre cómo invertir y al que Stewart machacó en una entrevista que debería haber hecho cualquier periodista hace muchos años pero que sólo se le ocurrió hacer a... un comediante.
Cuando se preparaba la guerra de Irak muchos periodistas extranjeros esperábamos que The New York Times, The Washington Post, la CNN y toda esa prensa que nuestros jefes europeos consideran biblias del periodismo (y que para muchas cosas ya no lo son), también hicieran preguntas, que es lo que supuestamente hacemos los periodistas. Pero esos medios insistieron en justificar y alabar periodísticamente, con expertos interesados, las posturas indefendibles de la Administración Bush. Esos periodistas que no hicieron su trabajo entonces contribuyeron a facilitar la invasión de Irak. La prensa tardó casi cuatro años en entonar el mea culpa por tragarse los bulos que les vendió el gobierno desde el 11S y no hacer las preguntas básicas. Y hasta pidieron disculpas públicamente. Para entonces, ya había muerto mucha gente, entre ellos Julio Anguita, periodista de El mundo, querido amigo y compañero.
Por aquel entonces se produjo un fenómeno anómalo: la gente comenzó a consumir documentales con voracidad. Lógico: en el cine se escuchaban muchas de las cosas que la prensa se 'olvidaba' de contar. Yo no sé si ahora la gente verá más el show de Jon Stewart, que no es precisamente el lugar donde deberían encontrar la información sino donde deberían reirse de ella. Lo que está claro es que sus críticas al menos han hecho despertar a los que han firmado esta, sin duda, insólita petición. En Irak yo perdí a un amigo. Ahora no hablamos de guerra, hablamos de dinero, que es el punto de partida para todas las guerras. Y las crisis económicas son el germen de muchas. Ojalá esta vez los periodistas estadounidenses no tarden cuatro años en acordarse de que su trabajo es saber preguntar sin miedo.
pd: en favor de este gremio quiero defender a la gente que hace Planet Money en la radio pública NPR, los únicos que han sabido explicarme los cómos y los porqués de esta crisis y que traducen a diario para los mortales el farragoso lenguaje económico que aleja a la gente de un género que según quen lo maneje puede ser apasionante. Ellos han hecho tres especiales junto a otra joya de la radio pública, This American Life, explicando a fondo el estallido de la burbuja hipotecaria, la caída de Lehman Brothers y la bolsa y la nacionalización de los bancos. Programas para disfrutar del buen periodismo y para entender mejor la que se nos viene encima.
periodistas del mundo, a currar!
ReplyDeleteDebemos ir asumiéndolo ya: creer en la economía como ciencia es equivalente a creer en la astrología o la lectura de las líneas de la mano. Las tres disciplinas pueden acertar de vez en cuando, pero, en esencia, se trata de una gran farsa. No lo digo a la ligera, existen muchos experimentos que demuestran la incapacidad de los financieros para entrever por donde irá la economía. Esta crisis es el mejor ejemplo: nadie fue capaz de predecirla hasta que sus síntomas eran demasiado evidentes.
ReplyDeletePuntomatic ¿nadie? Depende. Yo conozco a un par de economistas. Uno obvio y reciente, el Nobel Krugman. Y otro, anterior, el indio Nouriel Roubini. Y esto sin dedicarme al asunto...
ReplyDeletehttp://elmundano.wordpress.com/2008/10/14/krugman-nobel-de-economia-2008/
No puedo estar más de acuerdo contigo en lo que dices, pero no podemos esperar mucho de CNBC por la sencilla razón de que CNBC es General Electric, quizá el conglomerado industrial más potente de Estados Unidos y ellos se dedican a lo que se dedican, a la búsqueda del beneficio, y no al periodismo.
ReplyDeleteEn cuanto a la guerra de Irak, ya desde antes el periodismo en EEUU andaba alicorto, con las excepciones que has citado, por eso muchos cómicos y muchos directores de cine se han dedicado desde hace tiempo a cubrir el hueco dejado por los periodistas.