Nov 30, 2008

CONFIESO QUE HE... COMPRADO



Sólo seis meses separan el surrealismo de 'Esto está tirao... me lo llevo' , que describía el desembarco de españoles euro en mano arrasando en las tiendas neoyorquinas, de la llamada de socorro del Hoy no compro nada. La misma ciudad y dos gritos opuestos aunque absolutamente interconectados. Quisiera creer que vamos a ser capaces de darle un giro a nuestra cultura consumista. Pero mi propia experiencia, con toda mi verborrea de persona concienciada, me obliga a ser pesimista. Somos tan dependientes del gasto, y nuestras relaciones humanas están tan unidas al acto de gastar que resulta casi imposible concebir la vida sin echar mano del monedero a cada rato.

El 'día sin compras' compré (del verbo pecar) dos veces. Primero fue un café mañanero. Pagué y después recordé mi promesa pero ya tenía el suculento café en la mano. "Lo necesito" me excusé. "En casa no queda". Después entré en una tienda con revistas y periódicos. Conseguí resistirme. Hasta Don Gato comió mal por mi empeño en cumplir con el Día sin compras.

Pero decidí visitar a una amiga que acaba de pasar por el quirófano. De camino, entré en uno de esos delis donde un mejicano se congela en la calle vigilando las rosas colombianas que el dueño coreano, calentito en el interior del establecimiento, ofrece a precio de saldo. Fui incapaz de resistirme. 'Tengo que llevarle algo" pensé. Me puse una excusa. En realidad no le hacían falta las flores pero yo solita creé esa necesidad.

Ya lo decía el gurú Al Gore (quien por cierto cobra 100.000 dólares por conferencia) y muchos otros antes que él: si queremos salvar el futuro no hay excusas posibles. El problema es que ya estamos tan programados para gastar que la reprogramación me parece una tarea titánica. No quiero ser apocalíptica y creo en la capacidad de cambio del ser humano pero, uff, si el futuro estuviera sólo en mis manos, tendría los días contados.

3 comments:

  1. Yo te comprendo... es esa idea sutilmente perversa del consumidor concienciado.
    ¡Necesito otro ordenador!
    Esto es el típico grito de socorro, si, pero es también
    un alarido consumible.
    De hecho, necesito otro ordenador...
    Un beso gratis.

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  2. Hola Barbara,la verdad es que resulta imposible no gastar a lo largo del dia.Simpre surge un,"lo necesito,lo quiero con todas mis fuerzas,tengo que comprarlo..." y todavia nadie a conseguido escapar a estas llamadas.
    Cada vez mas el consumismo se apodera de nosotros y nadie puede o no quiere hacer nada.
    En fin,this is the life.
    Un saludo desde Valencia
    Nos veremos amenudo por aqui,bienvenida al universo de los blogs.

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  3. Otro beso gratis para ti Javier!!
    hoy le hablé de ti y de los dibujantes españoles a tu amigo Art Spiegelman (siii, le entrevisté por la mañana!!), quien por cierto me echó tremenda charla concienciada sobre el exceso de consumismo en el soho!! andaba cabreadísimo porque le han puesto una tienda de grifos de a 2000 dólares la pieza debajo de casa pero se frotaba las manos pensando que gracias a la crisis tendría que cerrar!!! juro que no fui yo la que sacó el tema!!!tenía tal cabreo que igual hasta le sale un tebeo sobre el asunto...

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